“Oye Antonio, ¿sabes lo más absurdo?” me dijo Carlos mientras tomábamos café. “Ayer vendí un Mercedes Clase A a las 3 de la mañana. ¡Y lo mejor es que estaba durmiendo cuando ocurrió!”

Me quedé mirándolo, incrédulo. “¿Cómo demonios hiciste eso?”

Carlos soltó una carcajada y me mostró su móvil. “Mira esta notificación: ‘José Luis ha reservado el Mercedes con 500€ de señal’. Todo automático. El pobre hombre trabaja de noche y quería comprar el coche en su hora de descanso”.

Así es como funciona el verdadero e-commerce para coches hoy:

Verás, el problema no es que la gente no quiera comprar coches online. El problema es que la mayoría de los concesionarios les ponen trabas sin darse cuenta.

Te cuento lo que hace diferente a Carlos:

  1. Su web habla el lenguaje del cliente
    No pone “Consulte disponibilidad”. Tiene un enorme botón que dice: “¿Quieres este coche? Reserva ahora tu prueba de manejo”. Y cuando haces clic… ¡sorpresa! Puedes elegir hasta el color de la alfombra que quieres para la prueba.
  2. Los vídeos son su arma secreta
    “Al principio grababa con el móvil temblando como flan”, confesó Carlos. “Hasta que contraté a Luis, el becario, para que hiciera vídeos de 60 segundos mostrando cada coche. No son perfectos, pero se ve la pasión. El otro día un cliente vino diciendo: ‘Quiero el coche del vídeo donde el chico se emociona con el sistema de sonido'”.
  3. La transparencia es su mejor vendedor
    Carlos me enseñó su último truco: “Subo fotos de los pequeños defectos. Sí, has oído bien. Un rayón casi invisible, el desgaste del volante… Cuando el cliente viene y ve que es exactamente como en las fotos, firma sin regatear”.

La parte más loca de esta historia…

Carlos no es ningún genio de la tecnología. “No sé programar ni tengo Instagram”, me dijo riendo. Usa herramientas sencillas:

  • CatálogoCoches para gestionar reservas (“Es más fácil que el WhatsApp”)
  • Un trípode de 20€ para los vídeos
  • La cámara de su móvil (“El mismo que tiene todo el mundo”)

¿El resultado?

  • 40% más de ventas que el año pasado
  • Clientes que llegan diciendo “quiero comprarlo” antes de probarlo
  • Menos estrés y más tiempo libre

“Lo más gracioso”, me confesó Carlos, “es que mis competidores siguen diciendo que ‘en este negocio hay que ver al cliente a los ojos’. Mientras, yo vendo coches a gente que nunca he visto”.

¿Quieres saber el verdadero secreto?

Carlos aprendió todo esto en el Curso de Marketing Digital para Automoción. No es teoría aburrida. Son técnicas reales que puede aplicar cualquiera, incluso si -como él- “no sabe ni cambiar el toner de la impresora”.

Tu turno

O dime… ¿qué excusa te está impidiendo vender coches mientras duermes? 😉